10 junio 2005

Encuesta Gemines

Lo primero que hay que señalar al ver los resultados, es que las preguntas se pudieron haber hecho mejor, debido al gran número de indecisos (sumando votos blancos mas indecisos) que llegan al 18,2% en la primera vuelta. Pero si contrastamos ese valor con los de otras encuestas que tienen menor cantidad de indecisos, se concluye que la mayoría de esa votación es de Bachelet. Esto demuestra un voto algo mas blando para ella. Es decir que existe un importante porcentaje de votantes que eligen Bachelet cuando la opción "blanco" no está presente, pero escogen a ésta última cuando si.

Otras cosas que saltana la vista al darle un par de vueltas a los números es el hecho que el trasvasije de votos en eventuales segundas vueltas entre Lavín y Piñera favorece al primero: En una segunda vuelta entre Piñera y Bachelet existe un 27,4% de indecisos mientras que entre Lavín y Bachelet un 24,7%. Esto sólo se puede explicar con una menor disposición de los votantes de Lavín a votar por Piñera que en el sentido contrario. Aunque se entiende que en una segunda vuelta, éstos apoyos se darán de todas maneras.

Por último, si eliminamos el efecto de los indecisos (algo poco riguroso por su importancia en esta encuesta) también se puede ver que, si bien dentro del margen de error, el trasvasije cruzado de votantes de Lavín que pasarían a Bachelet en una segunda vuelta en el caso de pasar Piñera, es ligeramente menor que el de éste en caso de pasar Lavín. Bachelet obtendría un 42,5% en el primer escenario y un 40,9% en el segundo. Esto implica que el efecto del voto "político" sería algo mayor que el efecto del voto mas emocional que el comando de Lavín atribuía a su candidato.

En suma, si bien no se puede siquiera asegurar una segunda vuelta por el elevadísimo numero de indecisos y la seguridad que la mayoría de ellos tienden más hacia Bachelet; se aprecia un espacio importante donde pueden crecer los candidatos de la alianza, espacio que según estos resultados le será algo mas fácil cubrir a Piñera. Quien si bien no fue capaz de captar un importante apoyo de los "viudos de Alvear", es quien tiene más espacio hoy para crecer.

Bachelet, en cambio, debe apreciar estos resultados como una voz de alerta para salir del capullo en que se encuentra e ir a al menos a defender su votación. Ya esta claro que esa votación no se puede defender sola.