13 junio 2005

Appleseed


Si, también veo Anime. Y este es la obra gráfica más impresionante que mis ojos hayan visto. Si bien la historia, la música, la construcción de personajes, etc.. todo es bueno. Pero lo visual es sencillamente espectacular.
Sigue..
Blogger Davor Mimica (www.davorloft.cl) dice...

Appleseed se basa en una historia antigua de manga. De hecho ya se había hecho un ova (o película) el año 1988 que no había tenido tanto éxito. Pero en esta ocasión, sus creadores de dieron el lujo de retomar la historia, con una obra que se entiende por sí sola (es autoexplicativa, no requiere haber leído el manga) pero en ésta ocasión utilizando todo el arsenal tecnológico de gráficas computacionales que hoy ya permite jugar con un borroso límite entre lo real y la fantasía.

Situado en un mundo post-apocalíptico tras la tercera guerra mundial, la protagonista es llevada a una ciudad utópica donde deberá enfrentar grandes dilemas de poder, intriga y de paso enfrentarse a su propio pasado. Cyborgs, humanos reacondicionados genéticamente y ancianos místicos forman parte de la trama que se entrelaza a través de guiños a las temáticas clásicas del género.

En esta película, como buen anime, no faltan los característicos mechas (máquinas de guerra personales, de características o tecnologías que son tan variadas como la historia). Al mismo tiempo que grandes batallas, acción mostrada inteligente y glamorosamente.

Pero lo más notable es lo visual. Lo que caracteriza la película es la diferenciación muy palpable entre un “escenario” o fondo (paisajes, edificios, maquinarias, etc) que es absolutamente tridimensional construido con asombrosas texturas que quitan el aliento. Y los mismos personajes, que son dibujados con una técnica computacional distinta, mucho más cercana al estilo tradicional del anime. Solo esto permite que recordemos que esta es una película animada.

Pero no solo es la calidad de las tecnologías utilizadas lo que asombra, sino que además se suma algo poco intuitivo para una película animada: el uso de cámara. Está bien.. no hay cámaras.. pero el movimiento del punto de observación dentro del escenario tradicional (equivalente a la cámara) es utilizado en forma magistral. La absoluta tridimensionalidad del escenario (que consta de una completa ciudad, por lo que hay que sacarse el sombrero por el trabajo realizado) se nota en cada instante y le entrega herramientas al director de realizar una fotografía que sería imposible con una película real.

Si la encuentran y la ven, tomen atención a la escena donde la protagonista se enfrenta a un video de su madre. Ahí supe que estaba frente a una obra muchísimo mas notable que la sola tecnología utilizada en su producción.

Akira es un poroto.

10:23 p. m.  

Deja un comentario..

<< Página Inicial