04 septiembre 2005

Crash

Maestra. El choque de civilizaciones de Huntington en el día a día de la vida urbana norteamericana. Lleno de prejuicios, discriminación, violencia y esperanza. Un relato magistral acerca de la sociedad que viene, la globalización traída al vecindario. Una montaña rusa de emociones que no dan descanso alguno al espectador. Al final, uno queda asombrado, abrumado y agotado.
Lo mejor que he visto este año.
Sigue..
Blogger Davor Mimica (www.davorloft.cl) dice...

Crash es dirigida, escrita y producida por Paul Haggis (productor de Million Dollar Baby y escritor de un sinnúmero de series de los 80 y 90), a quien la falta de experiencia en la dirección es absolutamente sobrepasada por la maestría del relato que demuestra esta obra.

Cuenta con las actuaciones de Don Cheadle, Sandra Bullock, Matt Dillon, Jeniffer Esposito, Brendan Frasier, Ryan Phillipe, Tony Danza y una de mis fetiches, Thandie Newton. Ninguno falla, y de quienes podríamos tener pocas expectativas, realmente rompen el molde al que nos tienen acostumbrados.

Ambientada en la cosmopolita ciudad de Los Angeles, comienza a dar un recorrido por diversas vidas. La del fiscal de distrito local anglosajón y su esposa, la de un cerrajero latino y su pequeña hija, la de un par de jóvenes negros, la de un exitoso productor de televisión afroamericano, la de un dueño de tienda iraní, la de un policía negro con su pareja latina y otros 2 policías anglosajones. Uno de ellos, obviamente, racista.

Aunque uno no se marea con la enorme lista de estrellas y personajes, ya que el protagonista es inequívocamente uno: Tal como el caldo primordial de enzimas y aminoácidos del que nació la vida hace billones de años, esta película muestra el nuevo caldo primordial. Las culturas tomadas desde todos los rincones del mundo y lanzadas contra su voluntad en un espacio común y reducido. Obligadas a convivir o destruirse. Construyendo y rompiendo prejuicios y esquemas mentales acerca de los otros.

Es un tratado acerca del racismo en la sociedad contemporánea. A veces tan sutil como una mirada. A veces capaz de llevar a la violencia y la muerte. Es un viaje hacia nuestros propios miedos prejuicios y expectativas. Todo impregnado a fuego en el espectador a través de la herramienta más brutal en el arsenal del cineasta: las emociones. Primales. Violentas.

Una tras otra, las cúspides argumentales llegan a niveles insospechados. Cuando uno no quiere mas guerra, viene otro ataque. Una muerte inesperada, una salvación inesperada. La escena fotografiada en el afiche de la película puede fácilmente ser la más increíble que haya visto. Y manteniendo la inteligencia de una buena historia, sin agujeros y llena de posibilidades explotadas.

La música es un acompañante perfecto. Pareciera ausente, pero lo que hace es no interponerse con las emociones que brotan sin cesar. Es más, sin darse uno cuenta los acordes de sus temas acompañan y soportan las sensaciones que uno mismo va desarrollando. Casi adelantándose y señalando el camino hacia el desenlace de la respectiva trama. La música no llega a tener personalidad propia, pero es un acompañante efectivo y complementario a la historia.

Fue realizada el año pasado, pero aun puede que llegue al cine. Y si no, arriéndenla apenas la vean. Si este año pretenden ver sólo una película, debe ser ésta. Historia maravillosa, aterradora y cruda.

12:53 a. m.  

Deja un comentario..

<< Página Inicial