15 agosto 2005

Crónica de una masacre anunciada..?

Mientras nos vamos acercando a las elecciones, un fenómeno bastante particular comienza a ser evidente: el éxito parlamentario de los candidatos de la Concertación por sobre los de la Alianza.

El doblaje en Santiago Poniente, el increíble pero hasta posible doblaje en Santiago Oriente por la espectacular votación de Alvear, la inexistencia de candidatos RN que acompañen a Evelyn Matthei, Carlos Bombal y Andrés Chadwick, lo que significaría el posible doblaje de esas 3 circunscripciones y la pérdida de toda la plana mayor de la UDI. Y si en Santiago Oriente no ocurre el doblaje (si es que la Concertación, errádamente, no lanza otro candidato a acompañar a Alvear, por ejemplo), el resultado entre Lily Pérez y Pablo Longueira dependería prácticamente del lanzamiento de una moneda. La masacre sufrida por el otrora principal partido de Chile sería absoluta.

Las teorías acerca de las razones de ésto son la acción concertada de Piñera para no presentar candidatos y destruir así a la UDI, o la simple falta de candidatos por parte de RN. Ambas posibilidades entregan descarnadas luces acerca del estado de la oposición en Chile y su absoluta incapacidad de presentar un proyecto país que sea competitivo frente a la Concertación de Lagos y Bachelet. Si bien lo más probable es que no ocurran todas las derrotas que hoy se ven en las encuestas, lo seguro es que sucederán varias de éstas. Y así nos enfrentaríamos a un período de 4 años en que no habrá, estructuralmente hablando, oposición política.

Las perspectivas de un senado absolutamente controlado por la Concertación, al tiempo que el ejecutivo estará en manos de Bachelet, abre un escenario que sencillamente no había sido viable desde el inicio de la democracia: la verdadera y clara posibilidad de realizar las reformas emblemáticas que la Concertación ha prometido desde su nacimiento. Hasta ahora, su incapacidad de ejecutarlas había sido justificada por la acción de la oposición y los senadores designados. Ahora las justificaciones no existirían, y se verá la verdadera disposición a realizar estas reformas, que como el caso del sistema binominal, son un claro beneficio para una Concertación que llegaría en muchas partes al más de 60% que permite doblar.

¿La Concertación será capaz de eliminar un sistema electoral que justo ahora la comienza a beneficiar de manera espectacular? ¿Deberá buscar apoyos en RN cuando la DC se muestre contraria a tales reformas?

Durante 16 años la Concertación ha deseado tener el control para que la alegría por fin llegue a Chile. En los próximos 4 años veremos si la coalición política más exitosa de la historia es capaz de sobrevivir al éxito por fin encontrado.
Anonymous Anónimo dice...

(Yendo de blog en blog llegué aquí...)

Creo que haces un análisis bastante inteligente de la situación de las actuales elecciones parlamentarias y que tienes mucha razón en que será la última oportunidad que tendrá la Concertación para cumplir la promesa que en 1989 se le hizo a Chile: la alegría.

Como concertacionista, espero que ello se logre; sino, se confirmaría la tesis de la izquierda extraparlamentaria de que la Concertación no hace más que administrar cómodamente el régimen autoritario heredado de la dictadura. Y ello significa que Alianza y Concertación son la misma cuestión.

Sin embargo, confío en los dirigentes socialistas y pepedés y en Michelle Bachelet y creo en el pueblo concertacionista que sigue creyendo en la democracia real y participativa.

Sólo me asalta una duda... la configuración de la cámara de diputados ¿también será absolutamente favorable al gobierno de Bachelet?

Sebastián J. Echeverría
EL SECTOR - Progresistas UC
(MZN en el mundo virtual)

3:17 a. m.  
Blogger Davor Mimica (www.davorloft.cl) dice...

Desde la vuelta a la democracia el principal tope para las reformas constitucionales ha sido siempre el senado. Por lo que si la cámara mantuviera sus proporciones, mi análisis resulta igualmente válido. En todo caso, es probable que la Concertación logre algunos escaños extra en cuanto a diputados se refiere.

Y yo también puedo confiar en el "pueblo concertacionista", pero la preocupación que tengo con la situación que comienza a develarse es la de una Concertación exageradamente fortalecida luego de estas elecciones. El que en algunas circunscripciones y distritos lleguen a doblar a sus contrincantes, haría que la Concertación quede sobrerepresentada en ambas cámaras, con lo que el sistema binominal pasaría a serle aun más beneficiosa a ella que a la Derecha.

Una cosa es decir que se quiere cambiar el sistema binominal y otra muy distinta es cómo se hará. Recuerdo el año pasado en momentos en que los cálculos electorales ya estaban a full, cuando la DC promovió la "modificación del sistema binominal" que consistía básicamente en incorporar unas 2 o 3 circunscripciones extra en regiones, o agregar algunos senadores "nacionales". Esto, claro, aseguraba la reelección de Foxley y Zaldívar, manteniendo el peso del partido.

La modificación de un sistema a algo que le conviene aun más a quienes tienen en sus manos el poder de modificarlo es condición suficiente para asegurar la aun mayor depreciación de nuestra democracia y el cierre aun mayor de las puertas a nuevos proyectos que puedan verdaderamente representar a la población.

Aun más.. cuando la Concertación comienza a ser fuertemente beneficiada con el sistema ¿querrá siquiera tocarlo?

Lo dudo. Por mientras, el 70% de los chilenos que no nos sientimos representados por el sistema político (independiente de cuán votantes de la concerta o la alianza que seamos.. votamos porque no tienen opción) tendremos que seguir aguantando a exactamente los mismos de siempre continuar construyendo una política basada en Pinochet y en ideologismos añejos e infantiles.

La duda que tengo es qué excusa van a usar ahora para justificar la mantención de sus mezquinas cuotas de poder.


Tal vez Bachelet quiera hacer esos cambios. Pero veo a buena parte de los parlamentarios del PS y del PPD, además de TODA la DC absolutamente incapaces de dar ese paso.

4:01 p. m.  

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